Sin duda alguna, las cuentas de ahorro se han convertido en una gran opción para guardar el dinero en un lugar seguro y obtener mayor rentabilidad. Este producto financiero, que ofrece excelentes ventajas, suele asociarse a una cuenta corriente para realizar diferentes operaciones, como la disposición de efectivo.
Tener un colchón siempre es de gran ayuda para eventualidades, puesto que estamos expuestos a muchos imprevistos. Es normal que nuestro vehículo sufra una avería, tengamos que someternos a un tratamiento médico o surja algún proyecto para invertir, entre otras opciones. Por lo tanto, si contamos con una cuenta de ahorro, podemos cubrir ciertos baches sin endeudarnos.
¿Por qué razones contratar una cuenta de ahorro?
Cualquier persona que quiera llevar una buena gestión financiera tiene que contemplar un porcentaje para el ahorro. Por este motivo, contratar una cuenta de ahorro ofrece un gran número de beneficios, porque cumple tres funciones: guardar el dinero, recibir interés sobre el saldo disponible y poder disponer del capital cuando se necesita.
Sin embargo, cada entidad bancaria tiene sus propias condiciones. Hoy en día, hay roboadvisors muy competitivos en el mercado que permiten contratar este producto financiero sin otros servicios asociados. El usuario se puede dar de alta online para empezar a operar inmediatamente, incluso, beneficiarse del 1,9 % TAE en euros y 4 % TAE, si se trata de dólares.
La TAE es variable y la cartera se actualiza en función de algunos parámetros, donde la última palabra la tiene el Banco Central Europeo, en el caso de nuestro país. Por dicha razón, el cliente puede beneficiarse de la subida de los tipos de interés y la rentabilidad anual de este producto.
Las diferencias entre la cuenta de ahorro y el depósito bancario
A la hora de ahorrar e invertir nuestro dinero, lo más normal es que nos preguntemos qué es lo más conveniente, si una cuenta de ahorro o una garantía de depósitos. Incluso hay personas que llegan a confundir estos productos financieros y piensan que son lo mismo. Las principales diferencias son las siguientes.
El plazo
La cuenta de ahorro tiene una duración indefinida y podemos cancelarla cuando estimemos oportuno. Por su parte, el depósito bancario tiene un plazo fijado en el contrato.
Disponibilidad del dinero
Una de las dudas más frecuentes se relaciona con la disposición del dinero y la penalización. Obviamente, en la cuenta de ahorro, esta disponibilidad es total y los intereses no se ven afectados. En los depósitos, lo más normal es aplicar una sanción si el capital se retira antes de tiempo.
Aportaciones
Cabe indicar que en las cuentas de ahorro se permiten hacer las aportaciones que el usuario quiera, siempre y cuando este producto esté en uso. Sin embargo, después de la apertura de un depósito no se suelen admitir más ingresos.
En conclusión, con esta información, queda bastante claro que las cuentas de ahorro ofrecen un gran número de beneficios para cualquier cliente. Además, confiar en la flexibilidad y garantía de un roboadvisor se presenta como una de las mejores formas de proteger el dinero de la inflación.
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